2010年11月27日星期六

El Pingüino emperador

El pingüino emperador adulto alcanza los 120 cm de altura; el peso va desde 22 hasta 45 kg y varía según el sexo, con los machos que pesan generalmente más que las hembras. El peso también varía según la temporada, porque tanto machos como hembras pierden mucho peso mientras incuban los huevos y crían a sus polluelos. Un macho debe soportar el frío antártico durante más de dos meses para proteger a sus huevos del frío extremo, y durante todo este tiempo no come nada. La mayoría de los pingüinos machos pierden mucho peso mientras esperan que sus crías salgan del cascarón.[8] El peso promedio de los machos al comienzo de la temporada de reproducción es de 38 kg y el de las mujeres es de 29 kg, mientras que después de la temporada de reproducción éste se reduce a 23 kg para ambos sexos.[9] [10] [11]


Como todas las especies de pingüinos, el emperador tiene un cuerpo aerodinámico para minimizar la resistencia del agua al nadar, y sus alas que se han vuelto rígidas y planas, semejantes a aletas.[12] La lengua está equipada con púas orientadas hacia atrás para evitar que las presas se escapen cuando son capturadas.[13] Machos y hembras son similares en tamaño y coloración.[9] El adulto tiene las plumas dorsales de un color negro intenso, que cubren la cabeza, la barbilla, la garganta, la espalda, la parte dorsal de las aletas y la cola. La separación del plumaje negro del de color claro de otras partes del cuerpo está claramente definida. Las partes inferiores de las alas y el vientre son de color blanco, y van adquiriendo un tono amarillo pálido hacia la parte superior del pecho, mientras que los parches del oído son de color amarillo brillante. La mandíbula superior del pico, de unos 8 cm de longitud, es negra, y la mandíbula inferior puede ser de color rosa, naranja o lila.[14] En los juveniles, los parches auriculares, la barbilla y la garganta son blancos, y el pico negro.[14] Los polluelos del pingüino emperador están normalmente cubiertos de un plumón de color gris plateado y tienen la cabeza negra y la cara blanca.[14] Un polluelo con todo su plumaje blanco fue descubierto en 2001, pero no fue considerado albino, pues no tenía los ojos de color rosa.[15] Los polluelos pesan alrededor de 315 g tras la eclosión, y dejan el nido cuando llegan a cerca del 50% de su peso de adulto.[16]

Su plumaje oscuro se torna marrón desde noviembre hasta febrero, antes de la muda anual que se produce en enero y febrero.[14] En esta especie la muda es rápida en comparación con otras aves, y dura sólo aproximadamente 34 días. Las plumas del pingüino emperador surgen de su piel cuando han alcanzado un tercio de su tamaño total, y antes que que pierdan las viejas, para así reducir la pérdida de calor; después las nuevas plumas hacen caer las antiguas antes de terminar su crecimiento.[17] Este sistema de renovación del plumaje mejora su impermeabilidad y su protección contra el frío.

Se ha establecido la tasa media de supervivencia anual del pingüino emperador en un 95,1%, con una esperanza de vida media de 19,9 años. Los mismos investigadores estimaron que el 1% de los emperadores incubados podría alcanzar factiblemente una edad de 50 años.[18] En contraste, sólo el 19% de polluelos sobrevive a su primer año de la vida.[19] Así, el 80% de la población de pingüinos emperadores comprende a adultos cinco o más años de edad.[18]

El pingüino emperador tiene una distribución circumpolar en la Antártida, casi exclusivamente entre los 66° y 77° de latitud sur. Casi siempre se reproduce sobre hielo estable cerca de la costa y hasta 18 km hacia el interior.[9] Las colonias de cría se encuentran normalmente en las zonas donde los acantilados de hielo y los icebergs los abrigan del viento.[9] Su población total se estimó en los años 1990 en alrededor de 400 000-450 000 individuos, que se distribuyen entre no menos de cuarenta colonias independientes.[11] Aproximadamente 80 000 parejas se reproducen en el área del mar de Ross.[30] Las principales colonias de cría están localizadas en cabo Washington (20 000–25 000 parejas), isla Coulman en Tierra Victoria (aproximadamente 22 000 parejas), bahía de Halley, Tierra de Coats (14 300–31 400 parejas) y la bahía Atka en la Tierra de la Reina Maud (16 000 parejas).[11] Existen dos colonias terrestres registradas: una en un cordón litoral en la isla Dion en la península Antártica,[31] y otra en un cabo en el glaciar Taylor en el Territorio Antártico Australiano.[32] Se han registrado algunos divagantes en la isla Heard,[33] en Georgia del Sur y en Nueva Zelanda.[11] [34

Su dieta consiste principalmente en pescado, crustáceos y cefalópodos, aunque su composición varía de unas poblaciones a otras.[49] Los peces son por lo general su principal fuente de alimento, y el diablillo antártico (Pleuragramma antarcticum) constituye el grueso de la dieta de estas aves. Otras presas que figuran habitualmente en su dieta incluyen a otros peces de la familia Nototheniidae, el calamar glaciar (Psychroteuthis glacialis) y otras especies de calamar como Kondakovia longimana, y krill antártico (Euphausia superba).[50] Los emperadores buscan sus presas en las zonas de mar abierta del océano Antártico, en áreas sin hielo o en grietas en el banco de hielo.[9]









El pavo del congo

El pavo del Congo (Afropavo congensis) es una especie de ave galliforme de la familia Phasianidae, la única del género Afropavo. Se conoce poco sobre esta especie; fue descrita en 1936 por Dr. James Chapin basándose en dos especímenes llegados al Museo del Congo en Bélgica. Tiene características de los pavos reales y las gallinas de guinea de la familia Numididae, puede indicar que el Pavo del Congo es un eslabón entre las dos familias.


El macho es grande, de 70 cm de largo, y es de color azul con brillo verde metálico y violeta. Tiene el cuello rojo desnudo, cola negra de catorce rectrices y una larga cresta blanca. La hembra es de color castaño con el abdomen negro, parte posterior verde metálico y la cresta corta y color castaño. No se conocen subespecies.[1]


Es endémica del bosque de las tierras baja de la cuenca del río Congo, en la República Democrática del Congo. La dieta consiste principalmente en frutas e invertebrados. El macho es monógamo.Ha desaparecido de algunas áreas y se evalúa como especie vulnerable en la Lista Roja de la IUCN.


El Okapi

Recuerda por la forma de su cuerpo a una jirafa pequeña (2 metros de longitud, 1,5 m de altura y menos de 250 kilos de peso) de patas y cuello muy cortos, aunque el manto del pelo es totalmente distinto, rojizo en todo el cuerpo salvo en patas y glúteos, donde es blanco con rayas negras, semejante a una cebra. Como las jirafas, tiene dos cuernos pequeños recubiertos de pelo en la cabeza sin utilidad aparente y una larga lengua prensil de color negro que usa para introducirse las hojas de arbustos y árboles bajos en la boca. La longitud de ésta es tal que puede limpiarse el interior de las orejas con su punta. El okapi está muy emparentado con las jirafas y con ellas comparte muchas adaptaciones morfológicas, aunque su cuerpo recuerde en realidad más al de un caballo.


Los okapis son animales predominantemente solitarios que de forma ocasional se reúnen en pequeños grupos. Las hembras paren una única cría en agosto u octubre tras una gestación de casi 15 meses. Si es hembra, madurará a los dos años de edad, mientras que si es macho todavía le faltará algún tiempo para llegar a la edad adulta. Al parecer, las crías más jóvenes no son capaces de diferenciar a su madre de otras hembras y pueden ser adoptadas por otras okapis con facilidad en caso de perder a su progenitora (la cual la defiende a veces hasta la muerte, incluso si se enfrenta con su único depredador, el leopardo). La esperanza de vida ronda los 30 años.


Su sentido más desarrollado es el olfato, seguido del oído. Las crías tienen un amplio repertorio vocal con el que comunicarse con sus madres, pero los adultos tienden a ser mudos. Una de las pocas veces que emiten sonidos se da cuando los machos buscan pareja durante la época de apareamiento.

Los okapis son herbívoros. Se alimentan principalmente de las hojas, brotes y tallos de más de 100 especies diferentes plantas, además comen hierbas, frutas, helechos y hongos. Varias de las especies que consumen son venenosas para el ser humano.

Lo impenetrable de su área de distribución impiden saber de cuántos individuos se compone realmente la población mundial de okapis. A pesar de ello, se la considera una especie vulnerable (aunque no en peligro grave) debido a su pequeña área de distribución.





La Ballena azul

La ballena azul tiene un cuerpo largo y esbelto que parece delgado en comparación con la constitución más rechoncha de otras ballenas. La cabeza es grande (abarca aproximadamente un cuarto de su cuerpo), plana y en forma de «U», con una cresta que va desde los espiráculos hasta el extremo anterior del rostro.[23] La parte frontal de la boca es gruesa con entre 300 y 400 barbas a cada uno de sus lados, cada barba con una longitud de alrededor de un metro, y que cuelgan de la mandíbula superior,[23] son particularmente anchas (50 cm) en proporción a su longitud.[24] Tiene entre 55 y 88 surcos (llamados pliegues ventrales) a lo largo de la garganta y paralelos al cuerpo.[23] Estos pliegues ayudan a la evacuación del agua de la boca después de sus «embestidas» para alimentarse. La aleta dorsal (sólo visible brevemente durante la secuencia de sumersión) está situada al inicio del último cuarto del cuerpo y es pequeña y de forma variable (triangular, redondeada, ligeramente falcada o apenas una pequeña protuberancia).[23] Cuando sale a la superficie para respirar, saca su espalda y el espiráculo fuera del agua en mayor medida que otras grandes ballenas como el rorcual común o el rorcual boreal. Esta característica puede ser utilizada por los observadores para diferenciarla de estas especies en alta mar. Antes de iniciar una maniobra para sumergirse a gran profundidad, suelen sacar su aleta caudal fuera del agua.[25] Cuando respira en la superficie, la ballena emite un denso y espectacular chorro de agua que puede alcanzar una altura de entre 6 y 12 m,[24] (generalmente en torno a los 9 m)[25] que puede ser visto desde una gran distancia en un día de mar tranquilo. Su capacidad pulmonar es de 5.000 litros.[26] Las ballenas azules tienen un espiráculo doble, protegido anterior y lateralmente por una prominencia mayor que en los demás rorcuales.[23]


Las aletas pectorales tienen forma puntiaguda y una longitud de tres o cuatro metros,[23] con la parte superior de color gris con un fino borde de color blanco y el lado inferior de color blanco. La cabeza y la aleta caudal son por lo general uniformemente grises. La parte superior de la ballena, y a veces las aletas, son habitualmente moteadas en un grado que varía considerablemente de un individuo a otro y así unas pueden tener un color uniforme gris pizarra por todo el cuerpo, pero otras muestran una variación considerable de azul oscuro, gris y negro, todas con pequeñas manchas a lo largo de todo el cuerpo. Su vientre muchas veces tiene un color grisáceo o amarillento, debido al roce de las ballenas con microorganismos llamados diatomeas en las frías aguas del Antártico, el Pacífico Norte y el Atlántico Norte.[27]

Las ballenas azules pueden alcanzar velocidades cercanas a los 50 km/h (27 nudos) cuando se sienten amenazadas, aunque su velocidad habitual de desplazamiento es de 22 km/h (12 nudos).[6] Mientras se alimentan, su velocidad oscila entre 2 y 6,5 km/h (1 — 3,5 nudos).[28]

Las ballenas azules comúnmente viven solas o en pareja, aunque se pueden observar grupos de hasta 7 individuos;[25] donde hay grandes concentraciones de alimento se han registrado hasta 60 ejemplares reunidos en una misma zona.[6] Sin embargo no forma los grandes grupos que se observan en otras especies de ballenas. Determinando el género por el análisis de su ADN, un estudio constató que las parejas de ballenas azules adultas están formadas por lo general por un macho y una hembra y a menudo han sido vistas juntas durante un largo período, aunque también se ha constatado que algunos machos se han emparejado con hembras diferentes en distintos momentos.[28]

Debido a su impresionante tamaño, las ballenas azules son difíciles de pesar. La mayoría de las ballenas capturadas por barcos balleneros no eran pesadas enteras, sino que primero se cortaban en piezas más manejables. Esto causó una subestimación del peso total de las ballenas debido a la pérdida de sangre y otros fluidos. Aún teniendo en cuenta lo anterior, un ejemplar adulto puede medir entre 24 y 27 metros de longitud y pesar entre 100 y 120 toneladas.[24] La mayor ballena azul de la que se tiene constancia medía 33,6 m y la mayor longitud validada científicamente fue de 29,9 m.[7] La de mayor peso fue una hembra capturada en las Georgias del Sur en 1947, que pesó 173 toneladas.[7] Las ballenas del Hemisferio Sur son generalmente mayores que las del Norte y las hembras son mayores que los machos.[7]


La ballena azul está considerada como el animal más grande que haya existido nunca en la Tierra.[3] [4] El mayor dinosaurio conocido de la era Mesozoica fue el Argentinosaurus,[29] que se estima que pesaba hasta 90 toneladas, aunque una polémica vértebra de Amphicoelias fragillimus podría indicar un animal de hasta 122 toneladas y 40–60 metros;[30] el pez extinto Leedsichthys puede haberse acercado a su tamaño.[31] Aún teniendo en cuenta la dificultad de encontrar fósiles completos y que su peso sólo puede estimarse, todos estos animales serían más pequeños que la ballena azul.

Su lengua pesa aproximadamente 2,7 toneladas,[32] y, cuando está totalmente abierta, su boca es lo suficientemente grande como para contener hasta 90 toneladas de comida y agua.[33] Sin embargo, a pesar del tamaño de su boca, las dimensiones de su garganta son tales que una ballena azul no puede tragar objetos más grandes que una pelota de playa.[34] Su corazón pesa 600 kilogramos y es el más grande conocido en cualquier animal.[32] La aorta de una ballena azul tiene aproximadamente 23 cm de diámetro.[35] Ya al nacer las crías miden entre 7 y 8 m y pesan hasta 2.700 kg (lo mismo que un hipopótamo adulto).[10]

Las ballenas azules se alimentan casi exclusivamente de krill, aunque también ingieran pequeñas cantidades de copépodos.Un adulto puede ingerir hasta 40 millones de krill en un día.[10] [41] Las ballenas siempre se alimentan en las áreas con la concentración más alta de krill y pueden llegar a consumir durante la temporada alta de alimentación hasta 4 toneladas de este crustáceo en un día, aunque hay informes de consumos de hasta 8 t.[40] Los requerimientos de aporte energético de una ballena adulta están en torno a los 1,5 millones de calorías cada día.[42] Generalmente se alimentan a profundidades de más de 100 m durante el día y sólo se alimentan en la superficie de noche.[43] [25] Las inmersiones durante su alimentación son generalmente de unos 10 minutos, aunque inmersiones de hasta 20 minutos son habituales.[43] La inmersión registrada de mayor duración es de 36 minutos.[44] La alimentación de la ballena se realiza por un sistema de filtrado: en una «embestida» abre su boca introduciendo gran cantidad de agua y de krills, entonces cierra sus mandíbulas y empuja el agua de vuelta hacia fuera a través de sus barbas, lo que permite que el agua salga mientras captura las presas retenidas en ellas. Aunque su alimentación es casi exclusivamente el krill, incidentalmente también consume pequeños peces, crustáceos y calamares que nadan entre éste.[45] [46]



El Calamar gigante

Consideradas criaturas míticas, son animales marinos de inmersión profunda que alcanzan dimensiones extraordinarias; recientes estimaciones sugieren un máximo de 15 m para los machos y de 17-19 m para las hembras.[2] Se ha especulado sobre la existencia de ejemplares de mucho más de veinte metros y media tonelada de peso, aunque esto no ha podido ser confirmado fehacientemente.[2] Uno de los mayores especímenes fue una hembra de casi 18 metros de largo, cuyo cadáver quedó varado en una playa de Nueva Zelanda, en 1887.[3] También existe mención de otro ejemplar capturado accidentalmente en el año 1933, en aguas neozelandesas, de 21 metros de largo y 275 kg de peso.[2]




Los tentáculos, ubicados sobre la cabeza, llegan a medir de 2,5 a 6 veces la longitud del manto o saco visceral, y forman la mayor parte de la longitud corporal. El 30 de septiembre de 2005, estudios del Museo Nacional de Ciencias de Japón y la Asociación de observadores de Ballenas de Ogasawara obtuvieron imágenes de un calamar gigante en su hábitat natural.[4] Se obtuvieron 556 fotos en 2004. Y el mismo equipo filmó un calamar gigante por primera vez el 4 de diciembre de 2006.[5]


A pesar de su enorme tamaño, el calamar gigante no es particularmente pesado al compararlo con su principal predador, el cachalote, debido a que su prominente longitud se debe principalmente a sus ocho brazos y dos tentáculos. Los pesos de los especímenes capturados se han medido en centenares de kilogramos. Los juveniles postlarvales han sido descubiertos en aguas superficiales de Nueva Zelanda. Existen planes para la captura de estos ejemplares jóvenes con la finalidad de ser estudiados.




Se conoce muy poco acerca de su ciclo reproductivo. El macho tiene un espermatóforo prensil o tubo de depósito; que actúa como pene, de 9 dm de longitud, que extiende desde dentro del manto, y aparentemente usa para inyectar esperma dentro del depósito de la hembra (localizado en un brazo). Aunque el medio por el cual el esperma es transferido a la masa de óvulos es materia de mucho debate, una captura en Tasmania de un especímen hembra con un pequeño subsidiario tendril fijado a la base de cada uno de sus ocho brazos podría ser vital para resolver la cuestión. Esta especie pierde los hectocotilos usados en la reproducción como en muchos otros cefalópodos.


Los brazos están equipados con centenares de ventosas de succión en dos filas a lo largo, cada una montada en una base individual, y provisto alrededor de su circunferencia con un anillo dental que lo ayuda a capturar su presa por aferrarlo firmemente entre la succión y la perforación. El tamaño de las ventosas varía de 2 a 5 cm de diámetro, y es común encontrar sus marcas o cicatrices circulares cerca de la boca de los cachalotes que cazan estos animales. Otro predador conocido del calamar gigante, es el tiburón soñoliento Somniosus pacificus, en el océano Antártico, pero no se conoce si esos tiburones activamente los cazan, o son simplemente limpiadores de carcasas de calamares.




Uno de los más inusuales aspectos de esta especie (como también en algunas otras especies de calamares de grandes dimensiones) es su tendencia a mantener densidades bajas de amonio en relación con el agua de mar y así mantener flotabilidad neutra, buoyancia, en su ambiente natural (la columna de agua), ya que carecen de vejiga natatoria llena de gas como usan para esa función los peces teleósteos, se sirven del cloruro de amonio que hay por su tejido muscular.


Como todos los cefalópodos, los calamares gigantes tienen órganos especiales estatocistos para sensar su orientación y movimiento en el agua. La edad de un espécimen puede determinarse por medio de "anillos de crecimiento" en los estatolitos del estatocisto, análogo a determinar la edad de un árbol contando sus anillos, de lo que se deduce que los machos crecen unos 2,6 mm al día y las hembras 4,68 mm.


La tasa de crecimiento de un calamar gigante es extraordinariamente rápida. Crecen 3-5 cm/día, son el animal con la tasa de crecimiento más rápida, de ahí que en pocos años tengan ese tamaño descomunal. Particularmente su longitud total, ha sido frecuentemente exagerada. Hay observaciones de especímenes que miden mucho más de los 22 m de longitud, pero nunca se ha documentado científicamente. Tales longitudes quizás se confundan debido a las grandísimas extensiones de sus dos tentáculos para alimentarse, análogos a bandas elásticas. El ejemplar de 1887 realmente medía 16,5 metros, lo restante es consecuencia de este estiramiento post mortem.




El calamar gigante alcanza tamaños considerables, con registros de largo del manto (LM) superiores a 4,5 m, largo total de la mayoría de los registros de 6 a 12 m. Este género presenta un dimorfismo sexual pronunciado. El peso máximo se estima en 300 kg hembras, y 175 kg en machos.[6] Los machos tienen una vida más corta que las hembras y maduran sexualmente más tempranamente, se estima que los machos viven en torno a un año y las hembras les duplican o triplican los años.


Aunque el calamar gigante tiene ocho brazos, son los dos tentáculos más largos los que le sirven para capturar las presas, pudiendo llegar a 12 m de largo. Cada tentáculo está equipado con ventosas, las cuales presentan una especie de anillo con dientes. Mientras que estos hacen succión, los dientes se clavan en la piel de la víctima, proporcionando así una mayor seguridad a la hora de acechar a sus presas. La boca de los calamares se parece bastante al pico de un loro. La lengua está equipada con un órgano llamado rádula, encargado de trocear la presa antes de que pase al esófago para que pueda ser digerida.




En los estudios realizados de alimentación, en sus estómagos se han encontrado un alta porcentaje de bacaladillo y otros peces. Las últimas necropsias también revelan restos de pequeños crustáceos. Por otro lado, los calamares son el bocado predilecto de los cachalotes, los cuales descienden hasta la zona abisal (más de 1.000 m) para hacerse con su carne, dando así origen a titánicas peleas submarinas. También son el alimento de peces óseos y cartilaginosos de profundidad y de aves marinas como el albatros, Diomedea exulans.[6]


Para determinar la edad de un calamar se estudian los huesos del oído -los estatolitos-, los órganos del equilibrio, los cuales presentan una serie de anillos concéntricos como los que presentan los troncos de los árboles; lo único que hay que hacer es contar ese número de anillos para determinar la edad de un calamar. La edad máxima que puede alcanzar es de 3 años.




Como muchos peces, los calamares tienen muchas limitaciones para poder reproducirse. Si las cosas van mal un año, ya bien sea por una mala salud, malas condiciones ambientales, etc., en los siguientes años van a tener muchos problemas para poder reproducirse. Los calamares compensan esto poniendo grandes cantidades de huevos.
















2010年11月26日星期五

El chimpance pigmeo

El bonobo (Pan paniscus), también llamado chimpancé pigmeo (o menos frecuentemente chimpancé grácil o chimpancé enano), es una de las dos especies que componen el género de los chimpancés, Pan. La otra especie del género Pan es el chimpancé común (Pan troglodytes).








El bonobo fue descubierto por los europeos en 1928, por el anatomista estadounidense Harold Coolidge, que presentó un cráneo en el museo Tervuren en Bélgica que se creía pertenecía a un chimpancé joven. Sin embargo, el mérito del descubrimiento del mismo como especie diferenciada se atribuye al alemán Ernst Schwarz, que publicó el descubrimiento en 1929. La especie se distingue por la tendencia a que sus individuos anden erguidos en ocasiones, por su cultura matriarcal e igualitaria, y por el papel preponderante de la actividad sexual en su sociedad.






Una teoría sobre el origen del nombre "bonobo" afirma que es un error de pronunciación del nombre del pueblo de Bolobo, en el río Congo. Sin embargo, una explicación más plausible es que proviene de la palabra "ancestro" en un antiguo dialecto Bantú.








El nombre científico del bonobo es Pan paniscus. Como el 98% de su ADN es idéntico al del Homo sapiens,[1] están más emparentados con los humanos que con los gorilas.








Por lo tanto, la comunidad científica reclasificó la taxonomía del bonobo (y el chimpancé común), cambiando su nombre de familia Pongidae a Hominidae, que incluye a los humanos.






Sin embargo, aún hay controversia. Una minoría de científicos, como Morris Goodman[2] de la Wayne State University de Detroit argumentan que, ya que tanto el bonobo como el chimpancé común están emparentados tan de cerca con los humanos, el nombre de su género debería ser también clasificado dentro del género humano Homo: Homo paniscus, Homo sylvestris u Homo arboreus. Una propuesta alternativa sugiere que el término Homo sapiens es realmente el problema, y que la humanidad debería ser reclasificada como Pan sapiens. En cualquiera de los casos, un cambio en la taxonomía es problemático, ya que complica la taxonomía de otras especies emparentadas con la humana, incluyendo el Australopithecus. Muchos otros científicos no consideran que sean necesarios ni convenientes esos cambios que se basan exclusivamente en la distancia genética ignorando otros criterios: morfológicos, adaptativos, etc.






Pruebas recientes de ADN sugieren que las especies del bonobo y el chimpancé común se separaron la una de la otra hace menos de un millón de años.[3] La línea común bonobo/chimpancé se separó de la línea evolutiva humana hace aproximadamente unos seis millones de años. Como no ha sobrevivido ninguna especie anterior al Homo sapiens en la línea evolutiva humana, ambas especies de chimpancé son el pariente vivo más próximo de los humanos.






El bonobo es más grácil que el chimpancé común. Su cabeza es menor, pero tiene una frente más ancha. Tiene la cara negra con labios rosados, orejas pequeñas, orificios nasales anchos, y pelo largo en la cabeza. Las hembras tienen pechos ligeramente prominentes, en contraste con los pechos planos de otros primates hembra, aunque no tan prominentes como los de las hembras humanas. El bonobo tiene también un cuerpo delgado, hombros estrechos, cuello delgado y piernas largas comparado con el chimpancé común. Los bonobos caminan erguidos el 25% del tiempo en sus desplazamientos por el suelo. Estas características, junto con su postura, le da a los bonobos una apariencia más humana que los chimpancés comunes. Así mismo, los bonobos tienen una gran diferenciación facial, al igual que los humanos, de modo que cada individuo tiene una apariencia significativamente distinta, permitiendo el reconocimiento visual en la interacción social.








Observaciones recientes en su entorno han confirmado que los machos en los grupos de chimpancé común son extraordinariamente hostiles hacia los machos externos al grupo. Organizan grupos de exterminio para "patrullar" en busca de machos desafortunados que puedan estar viviendo en solitario cerca de su grupo. Este no parece ser el comportamiento de los machos o hembras bonobos, que parecen preferir el contacto sexual dentro de su grupo más que la búsqueda de confrontaciones hostiles con extraños. El bonobo vive en ubicaciones donde no habita el más agresivo chimpancé común. Posiblemente el bonobo ha preferido dejar un amplio margen con respecto a su más violento y físicamente fuerte primo. Ninguno de los dos nada, y suelen habitar zonas opuestas de anchos ríos.








Los bonobos, por lo menos en cautividad, suelen ser considerados como más inteligentes que los chimpancés.[4]






Las relaciones sexuales juegan un papel preponderante en las sociedades de bonobos, ya que son usadas como saludo, como método de resolución de conflictos, como medio de reconciliación tras los mismos, y como forma de pago mediante favores tanto de machos como de hembras a cambio de comida. Los bonobos son los únicos primates (aparte de los humanos) que han sido observados realizando todas las actividades sexuales siguientes: sexo genital cara a cara (principalmente hembra con hembra, seguido en frecuencia por el coito hembra-macho y las frotaciones macho-macho), besos con lengua y sexo oral.








La actividad sexual tiene lugar tanto dentro de la familia inmediata como fuera de ella, y suele implicar tanto a adultos como a crías.[5] Los bonobos no forman relaciones estables con parejas individuales. Tampoco parecen discriminar en sus comportamientos sexuales según género o edad, con la posible excepción de las relaciones sexuales entre madres y sus hijos adultos; algunos observadores creen que esos emparejamientos son tabú. Cuando los bonobos encuentran una nueva fuente de comida o lugar de alimentación, la excitación general suele desembocar en una actividad sexual en grupo, presumiblemente descargando la tensión de los participantes y permitiendo una alimentación pacífica.[6]






Los machos bonobo practican con frecuencia varias formas de sexo genital entre ellos (frot).[7] Una de las formas consiste en ambos machos colgando de un árbol cara a cara mientras frotan sus penes entre sí. También se ha observado a los machos bonobos realizando esta actividad en el suelo. Una forma especial de la misma, empleada por los machos como reconciliación tras un conflicto, se realiza con ambos tumbados en el suelo y trasero con trasero, mientras frotan sus bolsas escrotales entre ellas.






Las hembras bonobo también usan el sexo genital hembra-hembra (tribadismo) como forma de establecer relaciones sociales entre ellas, fortaleciendo así el núcleo matriarcal de la sociedad bonobo. La estrecha relación entre las hembras les permite dominar la estructura social - aunque los machos son físicamente más fuertes, no pueden plantar cara solos a un grupo unido de hembras, y no suelen colaborar entre ellos de esa forma. Las hembras adolescentes suelen abandonar el grupo en el que nacen para unirse a otro. Esa migración habitual de las hembras hace que el fondo genético de los bonobos se mezcle con frecuencia.






A pesar del enorme incremento en la actividad sexual, la tasa de reproducción no es mayor que la de los chimpancés comunes. Las hembras cuidan de sus crías y las alimentan durante cinco años, y pueden dar a luz cada cinco o seis años. Comparadas con las de chimpancé común, las hembras de bonobo recuperan la actividad sexual mucho antes tras el parto, lo que les permite reincorporarse a las costumbres sexuales de su sociedad. Incluso los animales estériles o demasiado jóvenes o viejos para reproducirse participan en estas actividades sexuales.






Richard Wrangham y Dale Peterson enfatizan el uso del sexo por parte del bonobo como mecanismo para evitar la violencia.






"Tanto el chimpancé común como el bonobo evolucionaron del mismo ancestro que dio lugar a los humanos, y sin embargo el bonobo es de las especies más pacíficas y no agresivas de mamíferos que hoy día viven en la tierra. Han desarrollado vías para reducir la violencia que permean toda su sociedad. Nos muestran que la danza evolutiva de la violencia no es inexorable".[8]


Las hembras tienen un tamaño mucho más pequeño que los machos, pero un estatus social mucho mayor. Los encuentros agresivos entre machos y hembras son raros, y estos se muestran tolerantes para con cachorros y crías. El estatus de un macho es un reflejo del de su madre, y el vínculo madre-hijo es con frecuencia muy fuerte, manteniéndose durante toda la vida. Aunque existen jerarquías sociales, el rango de cada individuo no toma un papel tan preponderante como en otras sociedades de primates.








Los bonobos son activos desde el amanecer hasta el crepúsculo, y viven siguiendo un patrón fisión-fusión: una tribu de cerca de un centenar se dividirá en pequeños grupos durante el día mientras buscan comida, y luego se reúnen por la noche para dormir. Duermen en los árboles, en nidos que construyen ellos mismos. A diferencia de los chimpancés comunes, de los que se sabe que ocasionalmente cazan otros monos, los bonobos son principalmente frugívoros, aunque también comen insectos y ocasionalmente se les ha visto atrapando pequeños mamíferos como las ardillas u otros primates.[9]






Los bonobos pueden pasar la prueba del espejo, que sirve para demostrar la conciencia de uno mismo. Se comunican principalmente mediante sonidos, aunque aún no se conoce el sentido de sus vocalizaciones; sin embargo, los humanos comprenden de forma sencilla sus expresiones faciales[1] y algunos de sus gestos con las manos, como la invitación a jugar. Dos bonobos, Kanzi y Panbanisha, han aprendido un vocabulario de cerca de 400 palabras que pueden escribir usando un teclado especial de lexigramas (símbolos geométricos), y pueden responder a preguntas formuladas de viva voz. Algunos, como el bioético Peter Singer, argumentan que esos resultados califican a los bonobos al "derecho a la supervivencia y la vida", derechos que los humanos teóricamente reconocen a todas las personas.








Cerca de 10.000 bonobos viven solamente al sur del Río Congo y al norte del Río Kasai (un tributario del Congo),[5] en las selvas húmedas de la República Democrática del Congo en África central. Son una especie en peligro de extinción, debido tanto a la pérdida de su hábitat natural como a la caza con fines alimentarios; esta última ha experimentado un incremento dramático durante la última guerra civil en el país, a causa de la presencia de milicianos fuertemente armados incluso en áreas remotas "protegidas" como el Parque Nacional de Salonga. Hoy día, quedan unos cuantos miles de bonobos como mucho, formando parte de una pauta mucho más general de extinción de los simios.








Actualmente los bonobos aún pueden ser cazados hasta la extinción por los humanos que los comen. La reciente guerra civil en la República Democrática del Congo, impulsada por la explotación ilegal de recursos naturales, ha tenido un impacto apreciable en los bonobos y su población total. Los nativos y habitantes locales sienten cada vez más deseo de proteger sus intereses y derechos, y los esfuerzos en pro de la conservación de los bonobos están equilibrando estos problemas.








Como el hábitat de los bonobos es compartido con los humanos, el éxito final de cualquier esfuerzo de conservación dependerá de la implicación de los habitantes locales y sus comunidades. El problema de "parques contra pueblos"[10] es muy vivo en la Cuvette Centrale, la zona del bonobo. Hay una fuerte resistencia en el Congo, tanto a nivel local como nacional, al establecimiento de parques nacionales, ya que comunidades indígenas se han visto con frecuencia expulsados de sus hogares en la selva por la creación de un parque. En Salonga, el único parque existente en el hábitat del bonobo, no hay adhesión local hacia el movimiento de conservación, y un estudio reciente indica que el bonobo, el elefante de bosque africano y otras especies han sido severamente devastadas por cazadores furtivos. En claro contraste, hay zonas en las que el bonobo y la biodiversidad en general prosperan sin parques definidos, gracias a las creencias y tabús indígenas contra la caza del bonobo.






Durante la guerra en los años 1990, investigadores y ONGs internacionales se vieron expulsados del hábitat del bonobo. En el año 2002, la Bonobo Conservation Initiative[11] inició el Bonobo Peace Forest Project en cooperación con instituciones ONGs y comunidades nacionales y locales. El Bonobo Peace Forest Project trabaja con comunidades locales para establecer una constelación entrelazada de reservas basadas en las comunidades, gestionadas por nativos. Aunque solo reciben una ayuda limitada por parte de las organizaciones internacionales, este modelo, implementado principalmente a través de organizaciones y comunidades locales de la República Democrática del Congo, parece estar cosechando el éxito, ya que se han llegado a acuerdos para proteger más de 5.000 millas cuadradas del hábitat del bonobo. De acuerdo con la Dra. Amy Parish el proyecto Bonobo Peace Forest será un modelo para el movimiento conservacionista en el siglo XXI[12]






Esta iniciativa ha estado ganando peso y un mayor reconocimiento internacional, y recientemente ha ganado un mayor apoyo a través de Conservation International, el Global Conservation Fund, US Fish & Wildlife Services, Great Ape Conservation Fund, y el Great Ape Survival Project de las Naciones Unidas.






Empezando en el año 2003, el gobierno de los Estados Unidos de América destinó 54.000.000 de dólares al Congo Basin Forest Partnership. Esta significativa inversión ha disparado la movilización de las ONGs internacionales para establecer bases en la región y trabajar para el desarrollo de planes para la conservación del bonobo. Esta reciente iniciativa puede mejorar la probabilidad de supervivencia de la especie, pero su éxito aún depende de su capacidad de generar aún más participación y la mejora de las comunidades locales e indígenas.[13]






Adicionalmente, algunos grupos implicados han afrontado la situación de crisis de estos primos lejanos de la humanidad en una multitud de páginas web. Organizaciones como la World Wide Fund for Nature, la African Wildlife Foundation, y otras, intentan centrar la atención en el riesgo extremo que corre la especie. Algunas han sugerido que se establezca una reserva natural en alguna parte de África que resulte menos inestable, o en una isla en algún lugar como Indonesia. Adicionalmente, se sugiere que se podrían realizar investigaciones médicas no invasivas en los bonobos reubicados en libertad, con escaso riesgo o incomodidad para los animales.

El chimpance comun

El chimpancé común (Pan troglodytes) es una especie de primate homínido propia de África tropical. Los chimpancés —junto a los bonobos— son los parientes vivos más cercanos al ser humano; su rama evolutiva se separó de la rama de los humanos hace aproximadamente 7 millones de años y comparten el 96% del ADN[1] con ellos, lo que ha llevado a Jared Diamond a utilizar el término "el tercer chimpancé" para referirse a nuestra propia especie. Los machos llegan a pesar unos 80 kg en cautiverio y medir hasta 1.7 m.




Podemos encontrar chimpancés en las selvas tropicales y sabanas húmedas de África central y occidental. Solían habitar la mayor parte de esta región, pero su hábitat ha sido drásticamente reducido en los últimos años.




En posición erecta los adultos miden entre 1 m a 1,7 m de estatura. Las machos en libertad pesan entre 34 y 70 kg, mientras las hembras tienen entre 26 y 50 kg. En cautiverio los machos pueden pesar hasta 80 kg y las hembras 68 kg. Aparentemente P. t. schweinfurthii pesa menos que P. t. verus, el cual es mas pequeño que P. t. troglodytes. Los brazos de los chimpancés son mucho mas largos que sus piernas. La envergadura de sus brazos es de aproximadamente 1,5 veces la estatura del individuo. Los brazos largos le permiten a estos primates balancearse pasando de rama en rama, esta modalidad de locomoción se denomina braquiación. También poseen dedos y manos largas, pero el pulgar es corto. Esto les permite sostenerse de las ramas sin interferir con la movilidad de los pulgares.[2]




Los chimpancés tienen una capacidad craneal de 320 a 480 centímetros cúbicos, muy inferior a la de los humanos modernos (Homo sapiens) que tiene en promedio 1.400 centímetros cúbicos.[2]




Sus cuerpos están cubiertos por un pelaje grueso de color marrón oscuro, con excepción del rostro, dedos, palmas de la mano y plantas del pie. Tanto sus pulgares como el dedo grande del pie son oponibles, permitiendo un agarre preciso. La gestación del chimpancé dura ocho meses. Las crías son destetadas aproximadamente a la edad de tres años, pero generalmente mantienen una relación cercana con su madre por varios años más. La pubertad es alcanzada a la edad de ocho a diez años y su esperanza de vida es de 50 años en cautiverio.




Su dieta es principalmente vegetariana (frutas, hojas, nueces, raíces, tubérculos, etc.), complementada por insectos y pequeñas presas; existen instancias de cacerías organizadas. En algunos casos —como la matanza de cachorros de leopardo— esta cacería parece ser un esfuerzo de protección por los chimpancés, más que una motivación por el hambre. Sin embargo, los chimpancés a menudo cazan en bandas por alimento; esto demuestra que son capaces de cazar en grupo como los humanos y que poseen un gusto por la carne. Existen casos documentados de canibalismo, aunque es poco común.




Los chimpancés viven en grupos llamados comunidades que oscilan entre los 20 y más de 150 miembros, consistiendo de varios machos, hembras y jóvenes. Sin embargo, la mayor parte del tiempo se desplazan en pequeños grupos de unos pocos individuos. Los chimpancés son tanto arbóreos como terrestres, pasando la misma cantidad de tiempo sobre los árboles que sobre el suelo. Su modo de desplazamiento habitual es a cuatro patas, utilizando las plantas de los pies y las segundas falanges de los dedos de las manos, y pueden caminar en posición bípeda únicamente por distancias cortas.




El chimpancé común vive en sociedades de fisión-fusión, donde el apareamiento es promiscuo. Los chimpancés pueden tener los siguientes grupos: Solo machos, hembras adultas y su descendencia, grupos con miembros de ambos sexos, una hembra y su descendencia, o individuos solitarios. En el centro de la estructura social se encuentran los machos, quienes patrullan y cuidan a los miembros de su grupo, y participan en la búsqueda de alimento. Entre los machos usualmente hay una jerarquía de dominancia. Sin embargo, la inusual estructura social de fisión-fusión, en la cual porciones del grupo parental puede separarse o volverse a unir a él, es altamente variable en términos de que individuos particulares se congregan en un momento dado. Esto se debe principalmente a que los chimpancés tienen un alto nivel de autonomía dentro de la fisión-fusión de los grupos a los que pertenecen. También las comunidades de chimpancés tienen grandes rangos de territorio que se solapan con los de otros grupos.


Como resultado, individuos chimpancés con frecuencia van solos en la búsqueda de alimentos, o en grupos pequeños. Como se indicaba, estos pequeños grupos también emergen en una gran variedad de tipos para una gran variedad de propósitos. Por ejemplo, una pequeña tropa de machos puede organizarse para cazar y obtener carne, mientras que un grupo consistente de un macho maduro y una hembra madura pueden establecerse como grupo con el propósito de copular. Un individuo puede encontrarse con otros individuos con cierta frecuencia pero pueden haber peleas con otros individuos no frecuentados. Debido a la varianza frecuente de la forma como los chimpancés se asocian, la estructura de sus sociedades es muy complicada.


Durante el siglo XX se han hecho varios trabajos tendientes a establecer una taxonomía clara del chimpancé. Fue el zoológo alemán Ernst Schwarz quien describió la mayoría de las subespecies acualmente aceptadas, después de cientos de mediciones de esqueletos y análisis de las pieles llevadas a los museos. Schwartz, quien describió al bonobo lo consideró como una subespecie de Pan troglodytes y no como una especie aparte. Este autor estableció las subespecies de Pan troglodytes de la siguiente manera:




Pan troglodytes troglodytes. Esta subespecie puede llegar a tener la cara totalmente negra, de manera similar como la presentan los gorilas. Su distribución geográfica abarca el África occidental: Camerún, Río Muní y Gabón.


Pan troglodytes verus. Tiene una coloración más clara en la cara y en los torus supraorbitales, en los ejemplares juveniles se evidencia una mota de pelo blanca en la región anal. Su distribución geográfica abarca la costa de Guínea desde Senegal hasta Nigeria.


Pan troglodytes vellerosus.


Pan troglodytes schweinfurthii. Tienen el pelaje más largo y lustroso que las otras razas de chimpancés, además se caracterizan por tener en la edad adulta una calvicie similar a la de los humanos. Su distribución geográfica abarca el África central: Región de los grandes lagos y Zaire oriental (Ejemplares de esta subespecie fueron objeto de estudio por la primatóloga Jane Goodall).
Reciente evidencia proveniente de los análisis de ADN sugieren que el bonobo (Pan paniscus) y el chimpancé común se separaron hace un millón de años aproximadamente. La línea del chimpancé se separó del linaje que desembocó en los humanos aproximadamente hace seis millones de años.


Las dos especies de chimpancés están igualmente relacionadas con los seres humanos y dado que no han sobrevivido ninguna otra especie del género Homo, Australopithecus o Paranthropus, son sus parientes vivos más próximos. El bonobo no fue reconocido como una especie independiente hasta 1929, y en el idioma común la designación "chimpancé" a menudo se aplica a ambos simios. Los primatólogos prefieren reservar el nombre "chimpancé" para el Pan troglodytes. Aunque las diferencias anatómicas entre ambas especies son pequeñas, su comportamiento tanto sexual como social muestran diferencias marcadas. Pan troglodytes posee un comportamiento de caza grupal basado en machos beta liderados por machos alfa relativamente débiles, una dieta omnívora y una cultura compleja con fuertes lazos.




Existen dos tipos de virus de inmunodeficiencia humana (VIH) que infectan a los humanos: VIH-1 & VIH-2. El VIH-1 es más virulento y el más fácilmente transmitido, y es la causa de la mayor fuente de infecciones a través del mundo; El VIH-2 está principalmente confinado en África occidental. Ambos tipos de virus se originaron en África central y occidental pasando de los primates no humanos a las personas. El VIH-1 evolucionó a partir del virus de inmunodeficiencia simiesca VIS (su siglá en inglés es SIVcpz) hallado en el 35% de los chimpancés salvajes en Camerún. Básicamente, los virus encontrados en los chimpancés (Pan troglodytes troglodytes) del sudeste de Camerún eran muy similares al VIH que se ha propagado en todo el mundo. Los investigadores notaron que el VIS no causa una sintomatología tan grave en los chimpancés como si lo hace el VIH en los seres humanos, lo que ha motivado una serie de investigaciones. El VIH-1 ha mostrado una gran diversidad genética en el sudeste de Camerún lo que sugiere que el virus ha estado allí más que tiempo que en cualquier otro lugar. El VIH-2 pasó de diferentes especies con diferentes cadenas de VIS, encontradas en el Mangabeye fuliginoso (Cercocebus atys) en Guinea-Bissau. Los chimpancés adquirieron el VIS de otros monos a los cuales dan caza y entró a sus cuerpos por medio de heridas o magulladuras.



El chimpance

tienen una antigüedad de 500.000 años. En aquella época esa zona de África oriental ya era una sabana, mie
Pan es un género de primates homínidos que comprende las especies Pan troglodytes (chimpancé común) y Pan paniscus (bonobo o chimpancé pigmeo). Por estudios de genética e inmunología se ha podido datar la divergencia entre su línea evolutiva y la del Gorilla hace 7-8 millones de años y de la de los Homo hace unos 6 millones de años. Los seres humanos compartimos el 95% del genoma con el chimpancé.[cita requerida] Finalmente, puede decirse que las dos especies actuales se separaron de un último ancestro común hace 2 millones de años, tras quedar aisladas una de la otra por el río Congo.[cita requerida]




Al contrario que su historia genética, la historia fósil de los chimpancés es por ahora un misterio. Sólo se conocen algunos dientes hallados recientemente en la zona este del Gran Valle del Rift, pertenecientes a Pan troglodytes u otra especie de Pan aún innominada, que ntras que estos animales sólo se encuentran actualmente en las selvas de África occidental.


Varios fósiles humanos han sido encontrados, pero no se describieron fósiles de chimpancé hasta el año 2005. Las poblaciones existentes de chimpancés en África Central y del Oeste no se superponen con la mayoría de los fósiles humanos encontrados en África del Este. Sin embargo, recientemente se han encontrado algunos fósiles de chimpancé en Kenya. Esto indicaría que tanto los humanos, como los miembros del género Pan coexistieron durante el Pleistoceno Medio en el África del Este.[1]




Los chimpancés pueden crear herramientas y utilizarlas para adquirir alimento o para cumplir algún rol social; Poseen estrategias de caza sofisticadas que requieren cooperación. Son conscientes de su estatus social y son manipuladores, capaces de engañar. Pueden aprender a usar símbolos y pueden entender aspectos del lenguaje humanos, incluso algunas relaciones sintácticas y conceptos de números y numeración.[2] Son capaces de planear espontáneamente el futuro cercano.[3]




Uno de los descubrimientos mas importantes fue en Octubre de 1960 cuando Jane Goodall observó el uso de herramientas entre los chimpancés. Investigaciones recientes indican que el chimpancé usaría herramientas de piedra desde hace por lo menos 4,300 años atrás.[4] También se ha reportado la utilización de palos largos para cavar en los termiteros y palos pequeños que modifican en un extremo para poder sacar y capturar termitas.[5] Recientemente se ha registrado el uso de herramientas avanzadas como son lanzas que afilan con los dientes y las usan para ensartar gálagos de Senegal en los huecos de los árboles.[6] [7] Antes del descubrimiento del uso de herramientas por parte de los chimpancés se creía que los seres humanos eran los únicos que las utilizaban; hoy se sabe que son varias las especies que también las utilizan.[8] [9]




Un estudio conducido durante 30 años por el Instituto de Investigación de Primates de la Universidad de Kioto demostró que los chimpancés son capaces de aprender a reconocer los números del 1 al 9 y sus valores. También demostraron tener una aptitud para la memoria fotográfica, demostrada en experimentos en que los dígitos del 1 al 9 aparecían desordenados en una pantalla durante menos de un cuarto de segundo y luego el chimpancé señalaba rápidamente la posición correcta donde habían aparecido en orden ascendente. El mismo experimento fue realizado por el campeón de la memoria Ben Pridmore, quien fallo en la mayoría de los intentos.[



El Tiburón blanco

El gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias) es una especie de elasmobranquio lamniforme de la familia Lamnidae que se encuentra en las aguas cálidas y templadas de casi todos los océanos. Esta especie es la única que sobrevive en la actualidad del género Carcharodon.



La especie Carcharodon carcharias recibe multitud de nombres a lo largo de su área de distribución. En español, las denominaciones más comunes son tiburón blanco y gran tiburón blanco (esta última influida por el nombre oficial en inglés, great white shark). El nombre de "blanco" se debe a que en algunos ejemplares viejos, con el paso de los años, han ido aclarando el tono negruzco de su dorso hasta un gris claro, y junto al blanquecino del vientre, les dan el aspecto de ser blancos. Y como escualos que son, siguen creciendo a lo largo de su vida y cuanto más viejos más grandes, de ahí lo de "gran blanco".



En España, la denominación tradicional de origen medieval (recuérdese que la propia palabra tiburón procede de las lenguas caribe, y por tanto no se incorpora al español hasta el siglo XVI) lo identifica como jaquetón (aumentativo de jaque, amenaza), nombre que junto con distintos adjetivos se aplica también a muchas otras especies de la familia Carcharhinidae. Existe también el nombre jaquetón blanco, derivado de la fusión entre el nombre anterior y el de tiburón blanco, más popular en la actualidad. El nombre de marrajo, como se le menciona a veces, puede llevar a confusiones con otras especies de tiburones.


En Uruguay se da también el nombre de africano a esta especie, mientras que en otros países optan por denominaciones más truculentas como devorador de hombres en Cuba. En este último país también se le conoce como jaquetón de ley, nombre que en España queda reservado a la especie Carcharhinus longimanus.


Los tiburones blancos se caracterizan por su cuerpo fusiforme y gran robustez, en contraste con las formas aplastadas que suelen lucir otros tiburones. El morro es cónico, corto y grueso. La boca, muy grande y redondeada, tiene forma de arco o parábola. Permanece siempre entreabierta, dejando ver al menos una hilera de dientes de la quijada superior y una o dos de la inferior, mientras el agua penetra en ella y sale continuamente por las branquias. Si este flujo se detuviese, el tiburón se ahogaría por carecer de opérculos para regular el paso correcto del agua, y se hundiría en la misma, ya que al no poseer tampoco vejiga natatoria se ve condenado a estar en continuo movimiento para evitarlo.



Durante el ataque, las fauces se abren hasta tal punto que la forma de la cabeza se deforma, y se cierran luego con una fuerza 300 veces superior a la de una mandíbula humana. Los dientes son grandes, aserrados, de forma triangular y muy anchos. Al contrario que otros tiburones, no poseen diastema ni reducción de diente alguno, sino que tienen toda la quijada provista de dientes alineados e igualmente capaces de aferrar, cortar y desgarrar. Detrás de las dos hileras de dientes principales, los tiburones blancos tienen dos o tres más en continuo crecimiento que suplen la frecuente caída de dientes con otros nuevos y se van reemplazando por nuevas hileras a lo largo de los años. La base del diente carece de raíz y se encuentra bifurcada, dándole una apariencia inconfundible en forma de punta de flecha.


Los orificios nasales (narinas) son muy estrechos, mientras que los ojos son pequeños, circulares y completamente negros. En los costados se sitúan cinco hendiduras branquiales, dos aletas pectorales bien desarrolladas y de forma triangular y otras dos, cerca de la aleta caudal, mucho más pequeñas. La caudal está muy desarrollada, al igual que la gran aleta dorsal de su lomo, de forma inconfundible para cualquiera. Otras dos aletas pequeñas (segunda dorsal y anal) cerca de la cola, completan el aspecto de este animal.


A pesar de su nombre, el jaquetón sólo es blanco en su parte ventral, mientras que la dorsal es gris o azulada. Este patrón, común en muchos animales acuáticos, sirve para confundirse con la luz solar (en caso de mirarse desde abajo) o con las oscuras aguas marinas (en caso de hacerlo desde arriba), constituyendo un camuflaje tan simple como efectivo. El extremo de la parte ventral de las aletas escapulares y la zona de las axilas aparecen teñidos de negro. La piel, muy áspera, se compone de duras escamas llamadas dentículos dérmicos por su forma afilada.


No obstante, la denominación de "tiburón blanco" podría tener su lógica en el caso de avistarse ejemplares albinos de esta especie, que aunque son muy raros existen. En 1996 se pescó en las costas de El Cabo Oriental (Sudáfrica) una hembra joven de apenas 145 cm que exhibía esta rara característica.



                                                         Carcharodon carcharias.jpg





2010年11月14日星期日

Quereis saber un juego de animales pues entrad en

http://www.google.com/ y luego en zoo mumba trata de un zoo que tienes que cuidar a animales y luego subir niveles.